¡Queremos que nos conozcas mejor! Llevamos un par de años escribiendo en el blog de Fuell y nos hemos dado cuenta de que hemos hablado mucho sobre pymes, sobre gestión de equipos y sobre facturas pero poco sobre nosotros. Detrás de Fuell hay un equipo de profesionales dedicados al 100% a hacer la vida más fácil a nuestros clientes y queremos que les conozcas.
Empezamos nuestras entrevistas con Cristina Sánchez, la Customer Experience Manager de Fuell, alguien llena de sorpresas.
Fuell: ¿Qué tal, Cris? Cuéntanos cómo una cordobesa acaba en una startup de Madrid.
Cristina Sánchez: De pequeña siempre decía que quería trabajar en un banco, estudiar se me hacía fácil (y lo más extraño, me gustaba) y aprovechaba los viajes al supermercado con mis padres para coger un libro y leerlo en el carrito de la compra.
Empecé estudiando Administración y Dirección de Empresas en Córdoba (aunque mi foco siempre estuvo puesto fuera de mi ciudad natal) y sacaba notas estupendas que me permitían seguir estudiando. Una de esas becas me llevó al extranjero, donde tuve mi primera oportunidad laboral en el área de Marketing e Investigación de Mercados. A partir de ahí, no dejé de trabajar. Daba igual si era cogiendo una bandeja en un restaurante, o frente a un ordenador. Era un culo inquieto que, además, necesitaba seguir formándose para llegar alto (y para ello hacía falta currar mucho).
Así pues, mientras terminaba mis estudios de Inglés, hice cositas en el área de Marketing de la UCO, también trabajé como administrativa y hasta en banca (que no me terminó gustando tanto como pensaba).
Cuando por fin conseguí el sueño de vivir en Madrid, me decanté por el consumidor y la psicología. Era todo un mundo que no existía para mí hasta entonces, y miles de puertas que se abrían cuando en Córdoba no hacían más que cerrarse. Aposté por una empresa maravillosa siendo manager en Madrid, que no pudo continuar su actividad por la COVID-19, y entonces llegué a Fuell (como ventas, bastante anecdótico ya que descubrí que no me gustan demasiado). 💖
A día de hoy, sigo convirtiéndome en una gran profesional, sigo formándome como la que más, y participo en proyectos de consultoría a empresas y emprendedores cuando tengo un hueco libre 😊
F: Hablando de huecos libres, ¿qué actividades haces en tu tiempo de ocio?
CS: Me encanta salir y reír a carcajadas con amigos – y esto parece obvio, pero es que es mi chute de energía semanal sin el que no puedo pasar.
También soy fan de llegar a casa por la noche (sin que nadie me hable ni moleste) y tener mi ratito de ver series y leer después de la cena (junto a mi 🐶).
Me gusta el gimnasio, sobre todo la musculación, pero estaba tan on fire hace unos años que me hice daño y no lo practico como antes. También voy a sesiones de bachata, y ahora voy a retomar mi carrera en flamenco (¡bailar me encanta!).
En mi tiempo libre también escribo y compongo canciones ✍🏽 y colaboro (sobre todo antes, por falta de tiempo) con protectoras de animales y asociación contra el cáncer.
“Mi rol en Fuell es maravilloso, porque consiste en crear experiencias maravillosas al cliente.”
F: ¿Y en Fuell de qué parte te ocupas? ¿Qué es lo que más te gusta?
CS: Mi rol en Fuell es maravilloso, porque consiste en crear experiencias maravillosas al cliente. Mi tarea consiste en quitarte tus zapatos para ponerte en los de quién nos ayuda a crecer día a día, y tratar de brindarles la experiencia que siempre has querido recibir tú.
Este departamento no es tan solo soporte, sino mucho más que eso. Es escucha activa y recoger feedback que se transforma en futuras mejoras. Es crear un bonito vínculo con el cliente y saber anteponerse a sus problemas para que no tenga que pasar por ello. Es crear estrategias analizando cada momento de uso de Fuell para poder superar sus expectativas y conseguir un servicio 100% personalizado para que se sienta único y querido. Lo más bonito es que, además, cuando das cariño, recibes lo que das, y esto es muy gratificante.
F: Ya tenemos claro quién eres para los clientes pero, ¿quién eres para tus compañeros de Fuell? ¿Eres más juerguista? ¿Más líder?
CS: Me considero un poco mix de todo y de todos, dependiendo del momento. Tiendo a ser muy optimista, pero hay muchas veces que entro en parada cardiaca (todo o nada). Cuando veo a alguien con niveles altos de estrés, suelo ser la calma (pero soy un puro nervio y consejos vendo que para mí no tengo).
Soy quien tira de los compis para la cerveza del mediodía y me suelo apuntar a un bombardeo, pero entro en pánico si veo que un jueves a las 11.30 pm estamos de copeteo, porque al día siguiente se trabaja.
Diría que la mejor definición es: soy, junto con Edu, el nervio del equipo al que recurrir en caso de que necesites algo (porque no sé cómo pero lo vamos a sacar, y rápido) y un chute de cariño y motivación personificado en caso de que tengas un día un poco plof.
“Mi día a día en Fuell es un reto, porque aún está todo por conseguir.”
F: ¿Cuál es tu mayor reto en Fuell?
CS: Mi día a día en Fuell es un reto, porque aún está todo por conseguir. Ahora mismo mi foco está puesto en perfeccionar procesos para ayudar al departamento a ser mucho más productivo y conseguir mejores métricas, así como en automatizar los mismos.
Esto es un gran reto porque la automatización es realmente necesaria para conseguir la escalabilidad que necesitamos, pero a su vez gran enemiga de la personalización y humanización del servicio.
F: Queremos que nos digas cuál es el mayor reto al que te has enfrentado desde que trabajas en Fuell y cómo saliste adelante.
CS: El mayor reto que me ha puesto en las manos Fuell (y que agradezco no sabéis cuanto) es empezar sola toda la gestión de clientes. Siempre digo que en una startup no sabes cómo empezar ni como seguir, pero sabes donde tienes que llegar.
Fuell crecía a una velocidad que no esperábamos nadie, y cada vez había más y más clientes pero, por ende, también había más y más fallos. Tenía que ayudar a cada uno de ellos, solventar su error, darles mucho amor, y hacerlo en tiempo récord. Debía empezar a configurar Hubspot para dar esta excelencia, pero no lo había usado en mi vida.
Me ‘arremangué’ y me convertí en la mejor autodidacta del mundo, la mejor amiga del cliente y en una gran profesional del campo. Es por ello que aprendí que estés donde estés, trabajes en el departamento que trabajes, para mí la proactividad, las ganas y la actitud te pueden llevar a donde tú quieras.
F: Y después de contarnos las cosas complicadas, dinos qué fue lo que te motivó para entrar en Fuell (y quedarte con nosotros, claro)
CS: He visto como 5 veces mi vídeo de presentación y casi quería morirme de la risa. Pero justo ahí vi la esencia que tanto amo de Fuell, y lo que vi en el equipo – que me permitía ser yo. En todo momento vi a un equipo joven, con muchas ganas de comerse el mundo, que priorizaba estas ganas y actitud por encima de todo.
Y lo más importante, Fuell es un equipo. Yo siempre he estado en desacuerdo con ‘en el trabajo no se hace amigos’ pero ahora lo estoy más aún. En Fuell podía tener un día malo y encontrar un abrazo sincero, que al final es lo bonito cuando veo a mis compañeros más que a mi familia.
“Lo mejor y lo peor de Fuell es que es una startup, con todo lo que ello conlleva.”
F: Desde tu punto de vista, ¿Qué es lo mejor y peor de Fuell?
CS: Lo peor y mejor de Fuell es que es una startup, con todo lo que ello conlleva.
Bajo mi punto de vista, todos buscamos en algún momento la perfección en Fuell: procesos bien definidos, mejor planificación, menos errores de los que hay …y estamos en el camino, pero ahora mismo no es así, y es lo realmente maravilloso.
También tienes que levantarte por las mañanas con muchos más retos y dolores de cabeza por delante de los que tiene un funcionario. Has de ser rápido y proactivo, autodidacta e independiente (porque a veces vamos todos a mil y no siempre vamos a poder ayudar de la misma manera), y ser capaz de tomar decisiones (algunas más difíciles que otras).
No entendía en algún punto de mis inicios en Fuell porque tener ‘espíritu startupero‘ era tan necesario, porque además yo venía de empresas más grandes, sector banca y todo aquello que le encanta a Dani (clara ironía), y consideraba que Fuell me molaba y que yo le molaba a Fuell.
Ahora sé por qué hago fit con Fuell, por qué no me quedé en estas empresas, y por qué es tan importante tener este espíritu en una startup.
