Las startups dedicadas a la salud no paran de crecer, y esta semana tenemos con nosotros a una compañía, Devicare, dedicada a desarrollar tratamientos médicos innovadores en urología. Devicare combina los últimos avances científicos en terapias nutricionales con las últimas tecnologías digitales. Hemos tenido la oportunidad de entrevistar a su CEO, Rosendo Garganta, que nos ha hablado un poco más acerca de la organización de su compañía.
Fuell: ¿Cuándo surgió surgió la idea de Devicare? ¿Cuándo salisteis al mercado?
Rosendo Garganta: Devicare nació hace 8 años para desarrollar nuevos tratamientos médicos en urología, combinando los últimos avances en terapias nutricionales con tecnologías digitales. Los primeros 5 años los dedicamos al desarrollo de los productos, y estamos en el mercado desde 2017.
F: ¿Cuántas personas trabajan para Devicare?
RG: 10 personas.
F: ¿Con qué herramientas online soléis trabajar?
RG: Trabajamos con muchas herramientas online, cada vez más, y especialmente con las que nos ofrece Office365.
- Usamos OneDrive para almacenar documentos
- Outlook para gestionar los correos y la agenda.
- OneNote para tomar notas y hacer actas de reuniones.
- Por supuesto Excel, Word y PowerPoint para las tareas del día a día.
- Y Dynamics365 como CRM y ERP como gestores de empresariales para las áreas comerciales y técnicas, respectivamente.
Ahora hemos incrementado mucho Teams debido a la Covid-19. Y estamos valorando cambiarnos de Asana a Planner para la gestión de trabajo en equipo. Y recientemente hemos descubierto MyAnalytics para hacer un análisis de la gestión del tiempo individual.
Otras herramientas online con las que trabajamos son Workia para el fichaje horario, y Factorial para la gestión de nóminas y calendario de vacaciones.
F: ¿Ha cambiado vuestra manera de organizaros durante la pandemia? ¿Cómo?
RG: Sí, mucho.
Antes de la Covid-19 éramos una empresa 100% presencial y ahora estamos más de un 80% de nuestro tiempo en remoto. Eso ha aumentado el número de las reuniones, pero también ha aumentado la productividad de las mismas. Ya no se dedica tiempo al “chit-chat” antes y después de las reuniones. Se va directamente al grano, se toman decisiones, y se avanza con el siguiente tema.
Por el contrario, la menor interacción entre los equipos en remoto requiere disciplina y responsabilidad por parte de todos, y un esfuerzo adicional de seguimiento por parte de los managers. Pero en perspectiva los cambios organizativos creo que han sido positivos y muchos de ellos han venido para quedarse.
F: ¿Ha habido algún cambio en vuestra rutina laboral que vaya para largo?
Sí, las reuniones diarias de coordinación entre todo el equipo. Es algo que muchas empresas “presenciales” hacían, pero nosotros la hemos introducido a raíz del confinamiento. Y a medida que ha pasado el tiempo se ha convertido en una reunión esencial para vernos las caras, explicarnos qué retos tenemos por delante, qué estamos haciendo para superarlos, y qué ayuda necesitamos del resto de los miembros del equipo. Es una reunión donde también hacemos un poco de team-building involuntario, y recuperamos el sentido de pertenencia a un equipo, y el sentido de compromiso a un proyecto.
Por otro lado, las reuniones largas con comida de por medio, o los viajes en tren o avión para ver a clientes también han pasado a ser algo testimonial. Seguirá siendo necesario en algunos momentos, peor mucho menos frecuente que antes.