La inteligencia artificial (IA) está revolucionando el desempeño de muchas pymes en la mayoría de servicios y actividades que prestan. De esta manera, están consiguiendo aumentar su productividad exponencialmente, lo que les permite competir de tú a tú con organizaciones multinacionales y que, hasta hace apenas unos años, eran las principales referentes de sus respectivos sectores.
Si a este súbito impacto de la IA se le suma el abanico de cambios que ha traído consigo la crisis económica derivada de la pandemia global por coronavirus, la conclusión es que una amplia mayoría de industrias están afrontando una época de transformación estructural. Habitualmente, durante una recesión, algunas entidades salen muy tocadas, llegando incluso a desaparecer, mientras que otras salen reforzadas y pueden alcanzar una posición de relevancia en su segmento.
En este segundo grupo, suele predominar el caso de pymes que toman decisiones osadas y apuestan por implementar modelos disruptivos que les generan ventajas competitivas decisivas frente al resto de competidores del mercado. En esta reciente crisis, es evidente que las grandes ganadoras están siendo aquellas que han adoptado con decisión modelos operativos digitales, tanto en sus relaciones exteriores (con proveedores o con clientes) como en su desempeño operativo interno (tanto en la gestión de sus actividades como en las diferentes relaciones que se establecen entre áreas, departamentos y profesionales).
Ámbitos de mejora para una pyme de la IA
En el contexto actual, para una pyme, con independencia de su tamaño o de su actividad, la implementación de la IA puede contribuir decisivamente a:
- Conseguir que una fábrica pueda trabajar las 24 horas del día los 7 días de la semana, favoreciendo los sistemas de producción just-in-time, es decir, que de acuerdo a las peticiones de los clientes se pueda ajustar el uso de la maquinaria y los pedidos de materia prima.
- Favorecer el teletrabajo del capital humano, ya que una parte relevante de las actividades se automatiza, lo que permite que se utilicen apps y otro tipo de soluciones digitales para completar con éxito las tareas.
- Reducir significativamente el número de errores humanos y de otras incidencias que antes se producían, lo que contribuye a incrementar la productividad.
- Ayudar a los directivos de la pyme a aprender mejor sobre el desempeño de cada departamento y de cada trabajador, lo que sirve para amoldar la distribución de recursos de un modo más ágil y eficiente.
- Aunar la IA con otras tecnologías como el big data o el machine learning favorece a las pymes a un coste razonable poder conocer mucho mejor a sus clientes y los patrones de consumo que tienen, lo que permite poner en marcha campañas más segmentadas con un nivel de éxito mayor así como comercializar productos híperpersonalizados que se ajusten a sus necesidades.
Alianza de éxito en la gestión financiera
Uno de los principales problemas de cualquier empresa, grande o pequeña, en la economía actual es el de la incertidumbre. Cada vez con mayor rapidez surgen elementos y noticias que modifican la situación de una industria, mientras que los consumidores son menos fieles hacia las marcas y hacia los productos que en otros momentos del pasado. Por ello, los directivos necesitan contar a su favor con elementos que les puedan ayudar a tener luz con la que poder tomar mejores decisiones.
En el campo de la contabilidad, el rol de la IA es clave para muchas actividades que son críticas para una organización, como el análisis de la optimización de los gastos, el cómputo automático de los mismos, la elaboración de informes sobre tendencias y proyecciones, o la posibilidad de llevar a cabo auditorías automáticas. Uno de los hitos más importantes es el de la digitalización, que, por ejemplo, posibilita que cualquier factura (a través de una imagen) se contabilice y se desagregue para satisfacer más adelante una correcta gestión de los impuestos.
Esta es solo una de las ventajas que cualquier pyme obtiene apostando por la app de Fuell. A través de la alianza con DevoluIVA, un trabajador que efectúe un gasto puede almacenar esa información en la Nube, simplemente tomando una foto con su smartphone. De esta manera y en tiempo real, el CFO tendrá constancia de cómo evoluciona la contabilidad de la pyme, lo que le servirá para tener un control permanente sobre la tesorería, de manera que, por ejemplo, pueda movilizar recursos económicos de una departamento a otro con rapidez o identificar pautas de gasto que brinden información cualitativa sobre su evolución.
De este modo, el portfolio de beneficios es indudable: el director financiero y los empleados reducen significativamente el tiempo que dedicaban antes a trámites administrativos internos, la gestión del circulante mejora y la solución de incidencias es mucho más fácil y rápido. Gracias a todo ello, el CFO podrá invertir más horas en analizar informes sobre tendencias de gasto que mejoren la situación financiera presente y futura de la compañía, extrayendo información de valor que puede desempeñar un papel clave tanto para él como para otros departamentos de la entidad.
Otra de las ventajas críticas es la de la omnicanalidad, que permite que la solución digital se pueda utilizar en cualquier momento y lugar a través de un dispositivo conectado y habilitado. Y todo ello bajo los más estrictos controles de seguridad, ya que la app se actualiza en la Nube periódicamente, mejorando los protocolos de protección para que, precisamente, esta información tan importante para cualquier pyme no se pueda ver afectada por ningún ciberataque.Gracias a Fuell y a otras herramientas, principalmente en el campo de las soluciones digitales, la IA se está convirtiendo en una parte sustancial y habitual en la realidad de muchas empresas, aventurando un futuro cercano marcado por una mayor eficiencia corporativa y un conocimiento más personalizado y avanzado sobre los usuarios. Ventajas todas ellas que redundarán en un mejor desempeño social así como en industrias más robustas y fortalecidas, que estén en mejores condiciones de afrontar con éxito futuras crisis que vendrán, gracias a ser más competitivas, digitales y productivas.